La pereza (latín: acedia, accidia,
pigritia), según la Wikipedia es la negligencia, astenia, tedio o descuido en
realizar actividades.
Según el diccionario de la RAE, Falta
de ganas de trabajar, o de hacer cosas, propia de la persona perezosa.
"me da pereza tener que sacar la
ropa de invierno; andaba con pereza entre las interminables estanterías del
archivo"
sinónimos:
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vagancia
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Éxito: Con origen en el término latino exitus (“salida”), el concepto se refiere al efecto o la consecuencia acertada de una acción o de un emprendimiento. Su raíz se hace más o menos evidente según el contexto en que usemos esta palabra, ya que muchas veces expresa “sobresalir”, “salir por encima de la competencia”..
Al leer y analizar las anteriores
definiciones, es fácil darnos cuenta que ambas son diametralmente opuestas;
precisamente he partido del significado de cada una de esas palabras para
llegar contigo al análisis y resultado que espero. La pereza y la falta de
constancia, son, a mi juicio, las causas principales de que la mayoría de las
personas en este mundo no logren alcanzar lo que desean, o no lleguen a
transitar el camino al éxito, ya sea personal, profesional, etc.
Antes de continuar, quiero que leas detenidamente estos consejos para
vencer la pereza, lo he tomado del sitio digital “Psicología y Mente”, cuyo
enlace te escribo al final para que puedas consultarlo personalmente.Consejos para saber cómo vencer la pereza
Uno de los descubrimientos más relevantes
realizados por la psicología es que el ser humano no se comporta de un modo
racional. Ateniéndonos a la teoría, somos capaces de planificar proyectos
razonables, e incluso llegamos a imaginar con todo tipo de detalles qué es
aquello que queremos hacer, pero eso no implica que realmente vayamos a
hacerlo… incluso aunque el coste de no hacerlo sea alto, y el esfuerzo
requerido para ello no sea descabellado.
Muchas veces, cuando nos planteamos hacer algo que
sabemos que no irá bien, hay algo que nos retiene, nos lleva a no salir de una
actitud pasiva. Una auténtica barrera a la hora de acometer esas acciones
necesarias: ir al gimnasio, cocinar algo sano, estudiar para un examen o
incluso hacer una llamada telefónica. Se trata muchas veces de tareas
tan sencillas que no llegamos a explicar por qué postergamos siempre.
Por eso, para llegar a vencer la pereza es
importante tener claro que esta no es una batalla que vaya a ser ganada solo
desde la introspección y la reflexión. Sabemos que debemos hacerlo,
pero eso no es suficiente para conseguir llevarlo a la práctica. Por lo
tanto, hay que cambiar nuestra manera de actuar; los cambios en el pensamiento
se producirán después como consecuencia de lo anterior. Para saber cómo hacerlo,
sigue las siguientes pautas.
1. Duerme bien
Esto puede parecer un detalle sin importancia, pero
no lo es. Mantener una buena higiene del sueño es imprescindible para
contar con la energía suficiente para hacer aquello que queremos. Si
estamos todo el día cansados por haber dormido poco, ese malestar será la
excusa que usaremos para seguir procrastinando, sin emprender aquello que
queremos hacer.
Así pues, ve a dormir siempre en un límite horario
muy delimitado pero razonable, y de ese modo no te expondrás a la tentación de
quedarte hasta tarde en vela, algo típico de las personas preocupadas por tener
responsabilidades que de momento no están siendo atendidas, al sentirse
culpables.
2. Estructura tus tareas
El truco está en ponérselo muy fácil a uno mismo, y
para ello es importante establecer una planificación detallada de lo que se va
a hacer, si no está hecha ya. Si percibimos la tarea a realizar como un
conjunto complicado de acciones, algo que requiere una gran cantidad de
esfuerzo en su conjunto, esa perspectiva nos intimidará y preferiremos
cualquier cosa en vez de pensar en ella.
3. Cómo dar el primer paso
En el hecho de poder dar ese primer paso está la
clave para vencer la pereza. Para ello, lo mejor es plantearse hacer
algo absurdamente sencillo y que sea a la vez el primer paso para hacer
aquello que quieres. Si crees que deberías ir al gimnasio, proponte ir y hacer
tan solo una serie de ejercicios: por ejemplo, ir al vestuario, cambiarte,
subir a la sala de pesas y hacer media docena de sentadillas. Si tienes que
escribir un proyecto de universidad, proponte encender el ordenador, abrir el
editor de texto y escribir una frase. Si quieres estudiar, proponte abrir los
apuntes y leer las primeras dos líneas de texto.
En la gran mayoría de los casos, y del mismo modo
que hasta ese momento no podías ser capaz de empezar la tarea, no serás capaz
de limitarte a realizar solo esas acciones tan sencillas, y seguirás hacia
adelante hasta tener la sensación de haber realizado una jornada de trabajo con
la que te puedes sentir bien. En este caso, la manipulación de tus propias
expectativas jugará a tu favor.
4. Aprovecha cualquier momento para
progresar
Siguiendo con la lógica de lo que hemos visto hasta
ahora, es importante evitar darte motivos para pensar en lo que tienes que
hacer como si fuese algo intimidante y difícil de conseguir. Para ello,
aprovecha cualquier momento para ir haciendo, en vez de asignarte de antemano
un día y una hora para hacer un esfuerzo titánico. Es importante que te
pongas fechas límites sucesivas y relacionadas con objetivos
relativamente sencillos de conseguir.
Si has logrado interiorizar estos consejos, y lo
más importante aún, si decides emprender una lucha implacable contra la pereza,
y realizar el CAMBIO que necesitas en tu actuar diario, entonces este artículo
será de vital importancia para tu crecimiento personal, profesional y de todo
tipo. En otros artículos siempre me he referido al hecho de que el éxito no es
un fin ni una meta, es sólo un camino lleno de acontecimientos buenos,
regulares y malos que desafortunadamente muy pocos encuentran, y de esos pocos
que lo encuentran, sólo un 5% decide transitarlo. Esta es la clave por la que
la mayoría de las personas no alcanzan lo que quieren, a eso se suma que la
mayoría de las veces, ni siquiera las personas saben exactamente qué es lo que
quieren, y ese es el peor de los casos. Cuando sabemos lo que queremos, ya
tenemos una buena parte del camino vencido, lo otro que nos resta es diseñar la
estrategia más correcta para emprender el camino.
En el camino al éxito, siempre encontramos muchísimos obstáculos de todo
tipo, eso es normal, porque hemos emprendido un camino hacia lo nuevo, hacia lo
desconocido. También cometemos errores, pero no debemos perder la persistencia
ni la fe, los errores son parte del aprendizaje que necesitamos para transitar
el camino al éxito, cuando cometemos un error es porque estamos aprendiendo, lo
más importante es aprender y no repetirlo. Las personas de éxito no son otra
cosa que personas que aprendieron de sus errores y siguieron con persistencia
sus sueños. Pero ese camino al éxito tiene como principales enemigos,
precisamente a la pereza y a la falta de constancia, el ÉXITO es un intento más
después de varios fracasos, que, al fin, salió bien, es por ello que ambos
conceptos se encuentran muy cercanos, cuantas más veces hacemos el intento,
mayor será la probabilidad de éxito.
La persistencia es una de
las características fundamentales que identifica a las personas de éxito, no
importa cuántas veces tenemos que intentarlo, ni cuántas veces nos caemos, lo
importante es que siempre seamos capaces de levantarnos con más ánimo y
entusiasmo por lograr nuestros objetivos. La historia está llena de ejemplos
que nos deben servir de paradigma, el pensamiento positivo y los deseos de
alcanzar nuestros sueños deben ser más grandes que la tristeza causada por los
fracasos por intentarlo, esa es la proporción que no debemos perder nunca de
vista.
Cuando analizamos a las
personas exitosas, muy pocas veces hacemos caso de todo el esfuerzo que hubo
detrás de ese éxito, esto es válido para todos los campos o esferas, en el
éxito empresarial, en el deporte, en las artes, en nuestras vidas personales…siempre
se trata de mucho esfuerzo, sacrificios, desvelos que al final casi nadie
repara en ello, pues solamente se logra ver la realidad actual, solamente la
persona que lo ha logrado, y quienes estuvieron más cerca de esa persona son
quienes conocen en más detalles todo el camino recorrido.
Sólo me resta darte una buena noticia que te he dejado para el final, muy a propósito. La buena noticia es que el camino al éxito está hecho para todos, inclusive para ti, no hay ninguna persona que haya venido al mundo sin esa oportunidad, recuerda lo que dijo Bill Gates,”… si naciste pobre no es tu culpa, pero si mueres pobre, toda la culpa será tuya…”. Te deseo muchas bendiciones, que sepas lo que quieres, que encuentres el camino al éxito, que luches por tus sueños y que disfrutes del camino durante toda tu vida junto a los seres que amas!!!
3MsC.
Arq. Ing. Adalberto Arévalo Ramírez
Consultor
Internacional
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