lunes, 6 de noviembre de 2017

El camino al éxito. ¿Una ilusión, o realmente es posible??

Existen algunas bibliografías que abordan el tema del éxito desde diferentes perspectivas, técnica, sicológica, y otras. Sin embargo, casi todas coinciden que es perfectamente posible logra alcanzar el éxito. Lo que muy pocos autores logran explicar de manera clara aspectos y sugerencias concretas que realmente permitan al lector convertir ese documento o artículo en una herramienta práctica con la cual alcanzar sus propios objetivos y metas que se ha propuesto.
Por lo general todos hemos pensado alguna vez en objetivos y metas para nuestras vidas, ya sean personales, laborales, financieras. El principal problema es que por lo general no están bien redactados, ni bien enfocados, ni mucho menos gestionados. Si estás leyendo este artículo que he preparado para personas como tú, es porque seguramente estás interesado en emprender o continuar el camino al éxito, es por ellos que quiero darte algunas sugerencias nutridas de mi propia experiencia personal y “condimentada” con conocimientos teóricos de la academia. No se trata de un texto para científicos ni para preparar tesis de grados, es más bien una intención de compartir con el lector algunas ideas y experiencias que estoy seguro te ayudarán a evitar muchos tropiezos con los que ya tuve que lidiar en mi vida personal y profesional.
Para entrar un poco en materia debo aclararte algunos conceptos que muchas veces se desconocen o se confunden, y son realmente la esencia para que logres comprender las otras cuestiones que más adelante te presentaré.
Debes saber primero que, a diferencia de los que mucho creen, el éxito no es una meta, ni un destino; es un camino, donde te encuentras muchísimas cosas buenas, regulares y malas, todo depende de ti, si decides continuar, o si te dejas vencer por lo que te va ocurriendo durante tu viaje. Esta definición es muy importante que la tengas en cuenta, pues si es un camino, y no un fin, entonces significa que siempre podrás alcanzar cosas nuevas y mejores en ese camino; por supuesto, y no quiero desilusionarte desde los inicios, si decides emprender ese camino, sabrás que también tendrás que enfrentar muchos retos, lucharás contra varios, e incluso contra ti mismo.



En la anterior figura se puede ver claramente la diferencia entre lo que la mayoría de las personas piensan sobre el camino al éxito y lo que realmente es. En ese camino, como se aprecia en la parte derecha de la figura, muchas veces tendrás que retroceder un poco para recuperar fuerzas, y luego reiniciar las acciones.
Una vez que has comprendido el significado del camino al éxito, debo decirte que la mayoría de las personas no alcanzan lo que quieren, porque precisamente no saben qué es lo que quieren; debes estar seguro primeramente de qué es lo que quieres alcanzar, dónde quieres estar dentro de 1, 2 ó 5 años; si no sabes cuál es tu objetivo, jamás podrás alcanzarlo. Imagina un autobús que presta servicios de transportación entre dos ciudades; el conductor tiene que saber exactamente cuál es su trayectoria y destino final, de lo contrario nunca llegará a la terminal de la otra ciudad, de igual manera sucede en nuestra vida personal y profesional. Ahora, que ya estás seguro de lo que quieres, entonces debes comprender algunos otros conceptos que te explicaré de manera muy sencilla:
-       Objetivo: Es lo que quiero alcanzar, el lugar adonde quiero llegar. (Ej: Quiero llegar a la ciudad X.)
-       Metas: Son objetivos parciales, muchas veces se confunden ambos términos, pero es mucho mejor tratarlos de forma diferenciada para llegar a comprenderlo. (Ej: Ciudades intermedias donde debo llegar antes de la ciudad X.)
-       Estrategia: Es la forma, las técnicas, los métodos que voy a utilizar para llegar a mi objetivo. (Ej: Para llegar a la ciudad X, mi estrategia será viajar en un autobús sin escalas y en el horario de la noche, así llego en la mañana y puedo aprovechar el tiempo para completar mis gestiones…)
Estoy seguro de que hasta aquí has comprendido perfectamente, pero si no es así, no te preocupes, vuelve a leer con paciencia hasta aquí, tantas veces como sean necesarias.
Ahora estás listo para comprender la otra parte que quiero explicarte. El camino al éxito, que te permitirá sí o sí, alcanzar tus sueños, es perfectamente posible de transitar, pero debes aprender la clave, así como los requisitos y aptitudes que debes tener y mantener para poder recorrerlo hasta los puntos que te hayas propuesto (Tus metas y objetivo).
La clave del éxito.
- Férrea preparación.
- Arduo trabajo.
- Aprender de los errores.

Estos puntos tan importantes se desconocen o no se comprender a plenitud por la mayoría de las personas que deciden emprender ese largo, pero gratificante camino. También he optado por intentar explicártelo de la manera más sencilla posible.
Férrea preparación: Mira que no te hablo de preparación, le he añadido un adjetivo que pocos aplican a sus vidas, si quieres emprender el camino al éxito, sean cual sean tus metas y objetivo, primero tienes que estar lo suficientemente preparado, no olvides que un limpiabotas estrella puede recorrer el camino al éxito, pero un ingeniero mediocre jamás lo logrará. Debes comprender que la preparación no significa que vayas a la universidad, ni que tengas un currículo de muchas páginas, no se trata de eso; aunque sin dudas te ayudará mucho tu nivel escolar o académico durante tu camino, es bueno que sepas que, en materia de finanzas, varios de los hombres más ricos del mundo no tienen un título universitario, por una u otra razón, no lo consiguieron. La preparación a la que me refiero es tu preparación integral, en las materias que tienen que ver con tus metas y objetivos; si deseas ser un campeón mundial, debes ocuparte de aprender y prepararte incansablemente para lograrlo, si haces lo mismo que el resto de tus compañeros durante los entrenamientos, ya puedes saber que nunca serás un campeón mundial, tienes que hacer cosas diferentes a lo que hace la mayoría, si no fuera así, entonces todos fueran campeones mundiales.
Arduo trabajo: Aquí vuelvo a colocar un adjetivo delante del sustantivo, el sustantivo es lo que la mayoría hace, un trabajo; pero te digo que tu trabajo no puede ser el que normalmente hacen los demás, tienes que trabajar arduamente en función de tus metas y tu objetivo; estar siempre inconforme contigo mismo, mientras veas que haces lo mismo que la mayoría, te estarás alejando del camino al éxito, y por tanto, de tus metas y objetivo. Te propongo valorar el caso de Thomas Alva Edison, …en 1855 a los ocho años y medio Edison entra a la escuela. Después de tres meses de estar asistiendo, regresó a su casa llorando, informando que el maestro lo había calificado de alumno "estéril e improductivo". Es imposible establecer si Nancy Edison tomó muy en serio la opinión de su maestro o si pensó que ella era mejor que el profesor de su hijo. El caso es que Edison recordó durante el resto de su vida el resultado del dichoso incidente… Él intentó mil veces hasta que alcanzó éxito con su bombilla incandescente. Te imaginas una persona de la mayoría, cuando hiciera el intento número 100 tiraría la bombilla al primer cesto de basura y cambiaría de objetivo.
Aprender de los errores. Este punto es fundamental, muchas veces estamos acostumbrados a que nos critiquen con fuerza y hasta nos recriminen por los errores que cometemos, esa es la causa por la que muchos no intentan nada, por el temor al fracaso, pero el error o el fracaso forman parte del éxito, porque con ellos aprendemos: ¿En qué fallamos?, ¿Qué es lo que no debemos hacer?, ¿Cómo podemos mejorar?, y muchas otras cosas más si aprendemos a sacar provecho de los errores. En la educación académica este enfoque debería ser mejorado, se enseña a los alumnos que los errores son malos y ese concepto llega a predisponer al ser humano, una forma que encuentran para no cometer errores es no hacer nada, no intentar nada fuera de lo común, fuera de lo conocido, y eso es precisamente lo que nos convierte en poco creativos, poco emprendedores y al final, en personas sin éxito.
He tratado de trasmitirte de forma breve las claves para transitar el anhelado camino al éxito, ahora quiero compartir contigo los requisitos o aptitudes que debes tener y mantener para que, conjuntamente con las claves anteriores, puedas alcanzar tus metas y objetivo.
Requisitos o aptitudes para el éxito.
-       5% de inteligencia
-       5% de suerte
-       90% de estrategia

Al igual que para las claves del éxito, estos son los tres requisitos o aptitudes que necesitas para transitar el camino al éxito y alcanzar tus metas y objetivo. También quiero explicarte cada uno de ellos de una forma simple pero precisa. La buena noticia que te tengo es que, como ves, no es nada imposible para cualquier persona, lo que sucede es que muy pocos lo saben, y de los que logran saberlo, muy pocos lo aplican a sus vidas.
5% de inteligencia: Quiero primero que sepas que esto no debes confundirlo con el coeficiente de inteligencia, independiente del coeficiente que tengas, sólo necesitarás utilizar un 5% por ciento de tu inteligencia para poder transitar el camino al éxito; muy diferente a lo que la mayoría piensa, el éxito no depende de tu inteligencia, aunque evidentemente eso te puede ayudar, pero el porcentaje es tan bajo que bien poco podrá definir en tu carrera. Te aclaro que inteligencia no es picardía ni astucia; el inteligente es el que sabe escoger, por tanto, escoge lo mejor, lo más viable; la astucia, en cambio, se encuentra relacionada con la sagacidad, la sutileza, el ardid, la treta, la artimaña y la habilidad para engañar y lograr un objetivo. Aquí se trata de inteligencia.


















5% de suerte: Lo primero que debes comprender en este punto es el concepto de suerte, seguramente habrás escuchado decir a muchas personas…es que yo no he tenido suerte para esto o aquello…Y dicen eso porque no conocen la definición más acertada sobre el concepto de suerte, aquí te lo voy a revelar: Suerte, tiene dos etapas, la primera es prepararse para la oportunidad (recuerda que te hablé sobre la férrea preparación); y la segunda etapa después de estar preparado es salir a buscar esa oportunidad. Muchas personas no tienen “suerte” porque no hacen ni lo uno ni lo otro; no se han preparado para nada, y si logran prepararse para algo, entonces se sientan a esperar a que los llamen para presentarles una buena oportunidad.




Las mejores oportunidades no se pueden ver con los ojos, hay que verlas con la mente, hay que tener la mente entrenada y preparada para lograr ver las oportunidades, de lo contrario, todos serían triunfadores en todos los campos de la vida; viviríamos en un mundo de campeones mundiales, en un mundo de millonarios, en un mundo de empresarios, y lamentablemente esa no es la realidad. Y ahora, el requisito o aptitud más importante que debe tener un ser humano que desee transitar este anhelado camino:
90% de estrategia: Esto lo saben todos los triunfadores, todos los campeones, todos los millonarios, todos los empresarios de éxito. La estrategia correcta es lo que prácticamente define el éxito, constituye el 90%, es decir, casi todo lo que se necesita para tener éxito es una estrategia correcta. Los campeones de ajedrez no ganan por su inteligencia, ni porque tengan suerte, ganan por sus estrategias acertadas.  









Espiral vs Hélice.
He decidido incorporar este acápite en este artículo porque ello tiene una gran influencia en el éxito o el fracaso de cualquier proyecto, idea, objetivo; sea personal, empresarial, profesional, etc.
Depende de la claridad que tengamos de estos términos, incluso en la academia se confunden ambos términos y la base de dicho error no está en la sicología, ni en las ciencias de la administración, ni en las técnicas de crecimiento personal, nada de eso; se trata de un error de una de las partes de las matemáticas que se llama geometría, ella se encarga de estudiar la extensión, la forma de medirla, las relaciones entre puntos, líneas, ángulos, planos y figuras (del plano y del espacio), y la manera cómo se miden. A continuación, te presento ambas figuras geométricas y te explico muy brevemente lo que te he comentado.














Figura 5:  gran diferencia entre la espiral y la hélice. La segunda se desarrolla en 3 dimensiones y significa crecimiento, mejora, desarrollo.


Siempre me enseñaron que ..el desarrollo es en forma de espiral.., aquí me enseñaron el concepto con el error incluido, debieron enseñarme que ..el desarrollo es en forma de hélice.., pues tal y como vemos en la figura 5, la espiral es una figura geométrica que se desarrolla en el plano, es decir, en sólo 2 dimensiones, largo y ancho; mientras que la hélice es una figura geométrica tridimensional, tiene largo, ancho y altura. En la figura anterior, en la parte derecha, podemos ver que el punto A se encuentra en una posición más baja que el punto B, porque se ven en el espacio, mientras que, en la parte izquierda, vemos los mismos puntos, pero ambos están a la misma altura, pues ambos están sobre el plano horizontal. Esta sencilla explicación nos enseña, que, si deseamos transitar el camino al éxito, entonces debemos proyectarnos en una hélice, para poder estar siempre en un nivel superior al punto anterior. Muchas veces nos parecerá que estamos en el mismo punto, pero en realidad estaremos en un nivel superior, pues hemos acumulado experiencias muy útiles, hemos logrado alianzas estratégicas, contactos importantes; y todo ello hará que muy pronto comencemos a ver las primeras luces del éxito esperado.
Cuando hayas llegado a este punto, nunca debes olvidar la perseverancia, muchas personas se retiran del camino cuando ya están a punto de alcanzar sus metas, pero no lo saben, y no tienen suficiente confianza en ellos mismos. Lamentablemente sólo el 5% persevera y logra llegar al objetivo, la mayoría desiste y se retira, muchas veces a muy poca distancia del éxito.





La figura anterior explica muy claramente la importancia de la perseverancia para el éxito, si logramos aprender las claves y requisitos para lograr emprender el camino al éxito, si somos disciplinados, consecuentes y perseverantes, entonces estaremos “condenados” al éxito.

Espero que haya sido de mucha utilidad para ti este artículo, puedes mantenerte en contacto para otros artículos y libros nuestros que seguramente te ayudarán. ¡¡Gracias campeón!!

3MSc. Arq. Ing. Adalberto Arévalo Ramírez

miércoles, 1 de noviembre de 2017

La realidad del mundo moderno y el cambio de paradigma que pocos logran percibir.


Escuchamos que la única manera de proteger nuestros "empleos" es aumentar nuestra productividad, pero luego descubrimos que aplicar la reingeniería a los procesos de trabajo, empleando equipos autoadministrados, haciendo más horizontales a las empresas y vaciando nuestro trabajo de rutina en las computadoras vuelve innecesarios muchos "empleos".
Mientras  crecía, leía predicciones acerca de que, para el año 2000, todos trabajarían tan sólo treinta horas a la semana y que el resto sería tiempo libre. Pero a medida que la humanidad se ha desarrollado, parecerá más probable que la mitad de nosotros trabajará sesenta horas a la semana, y el resto estará desempleado. Entonces, al igual que la leyenda sobre las ilustraciones en las revistas infantiles que nos presentan un acertijo, pregunto: "¿Qué hay de malo con este cuadro?"
No se trata de que a los presidentes de las naciones o a sus críticos no les importe lo que nos sucede. No se trata de que las empresas que alguna vez solicitaron nuestra lealtad, y que crecieron gracias a nuestros esfuerzos, nos hayan traicionado. La falla ni siquiera radica en el temido monstruo de la "competencia extranjera", a la cual se ha culpado por todo, desde el desempleo hasta la caída de los niveles de vida en el primer mundo. Es una pena que estas cuestiones no  sean las culpables: de serlo, nuestra tarea sería más sencilla.
Dentro de un siglo, nuestros descendientes harán análisis retrospectivos y se sorprenderán de que no hayamos visto con más claridad lo que estaba sucediendo. Dirán cuán obsesionados estábamos en este juego parecido al de las sillas musicales, al que llamaría de "empleos musicales", en el que mes tras mes gran número de personas debían retirarse. Nos compadecerán, pero dirán que nuestros sufrimientos fueron el resultado de querer jugar con las viejas reglas. A nuestras contrapartes de finales del siglo  XXI, la lucha actual por los empleos les parecerá como una pelea por las sillas en la cubierta del Titanic.[1]
Quiero aclarar que ésta no es una de las tantas lamentaciones que insisten que  “la economía se está hundiendo”; todo lo contrario, ya que considero que el mundo moderno está a punto de dar un gran salto cualitativo en creatividad y productividad. Pero el empleo no será parte de la realidad económica del mañana. Aunque siempre habrá grandes cantidades de tareas por hacer, este texto sugiere que el trabajo no estará contenido dentro de las envolturas conocidas que llamamos empleos. De hecho, en la actualidad muchas organizaciones están ya dentro del camino hacia estructuras "sin empleos".
El empleo es un artefacto social, aunque está inmerso con tanta profundidad en nuestra conciencia que la mayoría de nosotros hemos olvidado su artificialidad o el hecho de que muchas sociedades desde el principio de los tiempos han funcionado bien sin los empleos. El concepto de empleo surgió a principios del siglo  xix para abarcar las tareas que debían hacerse en las nacientes fábricas y burocracias de las naciones que se industrializaban. Antes de que la gente tuviera trabajos, se afanaban con el mismo empeño pero en una cambiante multitud de tareas, en una variedad de lugares, en un horario establecido por el sol, el clima y las necesidades del día. El empleo moderno fue una asombrosa y nueva idea para muchas personas, una idea desagradable e incluso socialmente peligrosa. Sus críticos insistían en que se trataba de una forma desnaturalizada, incluso inhumana, de trabajar. Predijeron que la mayoría de la gente no sería capaz de acostumbrarse a sus exigencias. Incluso los estadounidenses se refirieron alguna vez al trabajo como una "esclavitud con sueldo" y lo comparaban con la libertad y seguridad del granjero o del artesano. “…la supervivencia de un proletariado que tiene que conformarse con un salario asignado por los poderosos señores del dinero. Para Karl Marx, existen dos clases sociales, una capitalista que posee los medios de producción y una proletaria que, no teniendo otra alternativa, vende su fuerza de trabajo al señor capitalista, quien lo explota y siempre va a buscar la manera de pagarle el salario más bajo posible..”[2] Pero lo que empezó como una controversia se convirtió en la ortodoxia fundamental: estamos atrapados en los empleos.
Ahora el mundo del trabajo está cambiando de nuevo. Las mismas condiciones (producción en masa y grandes organizaciones), que hace doscientos años crearon los empleos, están desapareciendo. La tecnología nos permite automatizar las líneas de producción, donde antes los obreros acostumbraban llevar a cabo sus tareas repetitivas. En lugar de largas cadenas de producción donde deben hacerse las mismas cosas una y otra vez, se está promoviendo la producción a la medida. Las grandes empresas (donde antes estaban los mejores empleos) están "atomizando" sus diversas actividades y las están encomendando a firmas más pequeñas, que crearon o se apoderaron de nichos redituables. Esto de "encomendar el trabajo a fuentes externas " no sucede sólo en las áreas de apoyo donde empezó a manejar la cafetería, por ejemplo, o proporcionar servicios de mantenimiento. Tres de cada diez grandes compañías industriales estadounidenses solicitan a otras empresas por lo menos la mitad de su producción. Los servicios públicos se están privatizando y las burocracias gubernamentales (los últimos bastiones de la seguridad de los empleos) están disminuyendo. A medida que las condiciones que generaron los empleos desaparecen, perdemos la necesidad de agrupar el trabajo en empleos. Con razón están desapareciendo.
Todos debemos aprender nuevos sistemas de trabajo. El tema está en buscar el ¿Cómo?. Mientras que en algunos casos los nuevos métodos de trabajo sólo requieren nuevos conocimientos tecnológicos, en muchos otros necesitarán de algo más importante: la "capacidad" para encontrar y efectuar trabajos en un mundo sin empleos definidos y estables. Se ha convertido casi en un axioma el hecho de que las carreras de la actualidad deben ser autoadministradas; pero, con frecuencia, dicho enunciado tan sólo significa que tendrá que encontrar su próximo empleo sin ayuda exterior, y esto es ya un hecho en los países del llamado primer mundo. El problema es que incluso este consejo ya está pasado de moda. Los trabajadores de hoy necesitan olvidarse por completo de los empleos y al contrario, buscar el trabajo que necesita hacerse y luego prepararse como la mejor opción de llevar a cabo dicho trabajo.


                       Trabajar desde casa se ha convertido en una variante óptima, por la que ya muchos optan. 


Pero como individuos no es posible ir más lejos. Es muy importante saber lo que tendrá que hacer la organización sin empleos para acomodar al trabajador sin empleo, así como lo que la misma sociedad debe hacer para responder a las necesidades del nuevo trabajador. Es vital conocer y estudiar sobre las interrupciones y trastornos que ocurrirán durante este nuevo periodo de transición.
Como dije, los periódicos llevan la cuenta diaria de los despidos, pero también nos muestran inquietantes historias de otro tipo: revisiones  sobre las cifras de empleos perdidos, debates sobre si la recesión en realidad fue tan mala después de todo, reflexiones que insisten en que estamos reaccionando en forma exagerada. Pero el manejo de datos en dichos artículos es peligrosamente selectivo. Las demandas del consumidor tal vez estén obligando a "reaccionar" y los fabricantes "tal vez no tengan más alternativa que aumentar sus nóminas", de acuerdo con un artículo. "Es verdad sobre todo en la industria del automóvil... (donde) muchos trabajadores despedidos tal vez sean recontratados". Esas noticias serían una sorpresa para los cientos de miles de trabajadores en la industria automovilística o en industrias relacionadas a ésta, que no tienen ninguna oportunidad de recuperar sus empleos, aun cuando la economía entrara en el mayor auge de los últimos veinticinco años. Sus empleos pueda que se hayan perdido para siempre.


                   La industria del automóvil ha experimentado un cambio radical y revolucionario. 
                  ¿Ve algún empleado aquí?



Necesitamos comprender las proyecciones optimistas como lo que son: intentos por tranquilizar a la gente más afectada, que sabe que algo importante está sucediendo, aunque no está segura exactamente de qué es. Y debemos aceptar que tranquilizarnos no nos ayudará en nada, porque sin un cuadro más claro de la realidad no estaremos pertrechados para el futuro. El futuro será muy diferente de aquél que esperábamos cuando crecimos, y la mayoría de nosotros está tan poco preparada para él como los aldeanos ingleses del siglo XVIII lo estuvieron para los empleos en las fábricas del siglo XIX.
Así que concentrémonos en el futuro real. No es un futuro con demasiados votantes, ya que a la mayoría de nosotros nos gustaría que se alejara y que nos permitiera regresar al mundo como el que esperábamos. Pero es por nuestro propio bien que debemos despertar A menos que veamos eso, no podremos ni como individuos ni como sociedad prepararnos para el futuro. Después de todo, la realidad es la mejor tierra donde vivir. Le hemos propuesto al lector dejar este tema abierto, el objetivo fundamental ha sido motivarlo a no quedarse estático ante el cambio de paradigma que vive el mundo en el presente siglo XXI.
La crisis global actual tiene diferentes interpretaciones, la que dan los pesimistas, en los que me incluyo, donde se dice que ya todo está perdido, que hay muy poco que hacer…, y la que dan los optimistas, que se trata, en el fondo, de un cambio de paradigma nunca antes conocido por la humanidad, donde la nueva era de la información y el ciberespacio deja atrás la era anterior de la revolución industrial. Quien no sea capaz de comprender este asunto, sencillamente seguirá en sus lamentos, mientras a su lado podrá ver a muchas personas levantarse y adaptarse a la nueva era. Esto requiere de un cambio importante en nuestra manera de pensar y actuar, la era moderna con sus avances tecnológicos inimaginables sólo 20 años antes, no nos va a preguntar si queremos cambiar, o si preferimos el HD en lugar de un video Beta o VHS, sencillamente la tecnología se impone, y eso es lo que debemos comprender para lograr salir adelante y disfrutar de todas las ventajas que ofrece el avance tecnológico y la nueva era digital.


3MSc. Arq. Ing. Adalberto Arévalo Ramírez



[1] Bridges, William: Mill Valley, California, “Cómo crear nuevas oportunidades”, Prefacio, Junio de 1994.
[2] Heinrich Marx, Karl (Tréveris, Reino de Prusia, 5 de mayo de 1818 - Londres, Reino Unido, 14 de marzo de 1883), fue un filósofo, intelectual y militante comunista alemán de origen judío. Autor de “El Capital”